jueves, 30 de abril de 2009

El Mesías - Haendel

El Mesías es la obra más conocida de Georg Friedrich Händel, aunque no debe ser considerada como característica, ya que ocupa un lugar único dentro de la extraordinaria colección de oratorios handelianos. Mientras en los demás oratorios de Händel puede reconocerse una marcada influencia italiana, la música del Mesías se arraiga en las antiguas pasiones y cantatas alemanas.

La obra se compuso en Londres, en 1741, con una extraordinaria rapidez (tres semanas). La costumbre vincula esta obra a la Navidad, pero no hay que olvidar que este oratorio no sólo trata del nacimiento de Jesús, sino de toda su vida. Unos meses después de ser compuesta, la obra se estrenó en Irlanda, durante un viaje de Händel, pero el gran estreno no llegó hasta 1742, en el New Music Hall de Dublín para un concierto benéfico.

Fue el libretista Charles Jennens quien compuso el texto de la oratoria, formado tan solo por fragmentos bíblicos. Jennens presentó la obra como si fuese una ópera, dividiéndola en tres actos subdivididos en escenas.

La primera parte tiene por tema el Adviento y la Navidad. Se anuncia la venida de Cristo, por lo que nos encontramos con algunos momentos de exaltación marcados de una gran intensidad expresiva.

La segunda parte ilustra la Pasión, la Resurrección y la Ascensión finalizando con el famoso "Hallelujah". Así pues, la segunda parte, que había empezado en el dolor y la tristeza de la Pasión, se llena de júbilo con el "Hallelujah" arropado por el coro, trompetas y timbales. En la tercera, se relata la victoria de Cristo ante la muerte, el juicio final y la palabra "Amen", que corona la obra.

Exceptuando la "Sinfonía" inicial, a modo de obertura o introducción, y la "Pifa", que celebra el nacimiento de Cristo, ambas para orquesta, la obra es una sucesión de arias con algún arioso y algún duettos, recitativos y coros.

Se puede decir que la oratoria de Händel aun siendo sencilla, destaca por su monumentalidad en cuanto a duración y proporciones sonoras.


La Flauta Mágica - W. A. Mozart

La flauta mágica es una de las obras más conocidas de Mozart. En realidad se trata de un singspiel, una composición operística popular en alemán que se caracteriza por intercalar partes habladas. El libreto fue escrito por Emanuel Schikaneder, supuesto compañero de logia del propio Mozart, que se cree era masón. Basándose en una serie de cuentos orientales traducidos al alemán por aquella época, Schikaneder y Mozart escribieron un libreto plagado de fantasía, personajes disparatados, animales y toda clase de criaturas (serpientes de cuatro metros, geniecillos y un largo etcétera) en el que introdujeron crípticas referencias masónicas que pasaran desapercibidas para el gran público pero resultaran obvias para sus compañeros de logia. Según algunos historiadores, el triple acorde inicial, el cielo estrellado en la famosa aria de la Reina de la Noche, los ritos iniciáticos de los enamorados, las pirámides y las figuras cabalísticas son un trasunto de buena parte de las prácticas y símbolos de la masonería.
una línea argumental básica. El sacerdote Sarastro secuestra a Pamina, la hija de la malvada Reina de la Noche, quien envía al príncipe Tamino a rescatarla. Éste se enamora de Pamina y ve en Sarastro la encarnación de la verdad y la bondad con lo que despierta la ira de la Reina. Entonces entra en escena Papageno, el pajarero de la Reina, quien representa el papel antagonista de Tamino (el realismo del primero frente al idealismo del segundo). La historia concluye felizmente, Sarastro triunfa frente a la Reina de la Noche, Tamino y Pamina consiguen sellar su amor y Papageno encuentra en Papagena una versión femenina de sí mismo.

La Flauta Mágica se estrenó en el Theater auf der Wieden de Viena el 30 de septiembre de 1791. A cargo de la dirección estuvo el propio Mozart, mientras que Schikaneder interpretó a Papageno y la cuñada del compositor, Josepha Hofer, interpretó el papel de la Reina de las Noche. Mozart moriría apenas dos meses después del estreno.